Con motivo del congreso de mediación del próximo fin de semana en Madrid me he puesto a investigar en qué consiste eso de la mediación y sobre la repercusión real que tienen los mediadores actualmente en España.
En series y películas americanas sí que estamos acostumbrados a la figura del mediador. Se me ocurre, por ejemplo, en uno de los episodios de la serie «Silicon Valley» en la que acuden a uno de estos profesionales para que medie en el litigio que mantenían y así evitar tener que recurrir a un costoso y extenso proceso judicial que acabaría destruyendo a la empresa demandada antes incluso de que se dictara sentencia.
En España también es conocido en ámbitos laborales, donde se produce una mediación entre trabajador y empresa para solucionar los problemas que puedan surgir en torno a la finalización de un contrato o las condiciones del mismo.
Tampoco nos es del todo ajena en España la mediación familiar, profesionales que interceden entre miembros de una misma familia para resolver los conflictos internos.
Recurriendo a la mediación se evitan procesos judiciales largos, costosos y públicos, que desgastan tanto la economía y eficiencia de las administraciones como la de los particulares y entidades privadas afectadas.
La organizadora del Congreso de Mediación de Madrid es precisamente ASEMED, la Asociación Española de Mediación y durante el mismo se discutirán entre otros temas el estado del profesional mediador en nuestro país y el futuro que se avecina en el sector.
También se procederá a la lectura del Manifiesto de Apoyo a la Creación del Colegio Oficial de Mediadores Profesionales de España y su posterior firma.
Cada vez la profesión de mediador se hace más necesaria, tanto en el ámbito empresarial como en lo que sería el familiar proporcionando un complemento al judicial en lo que sería la resolución de los conflictos.